sábado, 28 de noviembre de 2015

Puerto de mar


El susurro de las olas me mecen en relajantes sueños.
Las gaviotas elevan el vuelo.
Mar en calma, espejo donde la luna se refleja.
Mar embravecido, bello y temible al mismo tiempo.
La olas azotan la tierra,
como si quisiesen recuperar lo que antaño fue su dominio.
El salado olor a mar penetra mis sentidos.
Las gotas que el viento transporta, mojan mi cara.
Las algas me envuelven como amantes sedientos.
Su aroma se me impregna en la piel.
El sonido hipnótico de la olas me transporta a un mundo donde solo la paz habita.
Cuidad con vistas al mar.
Pequeñas barcas de curtidos pescadores se balancean en el puerto.
En rulas venden sus frescas piezas.
Gaviotas oteando desde el cielo sus presas.
No podría vivir en una tierra donde, sin mar
mis sentidos no se viesen alterados de tan dulce manera.
Mi mar, te añoro ya, incluso sin abandonarte.

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