Una alegoría al Alzheimer deseando que algún dia haya una cura y los jardines del olvido se inunden de flores y luz
En
el jardín del olvido crecen flores marchitas.
El viento arrastra
voces del pasado.
Tierra baldía donde arboles cargados
con frutas
amargas alzan sus retorcidas ramas al cielo
clamando por una luz que
les alimente,
que les devuelva a la vida.
La
bruma espesa se arrastra por el suelo,
confundiendo los sentidos,
haciendo que te olvides hasta de ti mismo.
Aguas
empantanadas,
surcadas por andrajosos cuervos
estancan la memoria de
sus moradores.
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