El
susurro de las olas me mecen en relajantes sueños.
Las
gaviotas elevan el vuelo.
Mar
en calma, espejo donde la luna se refleja.
Mar
embravecido, bello y temible al mismo tiempo.
La
olas azotan la tierra,
como
si quisiesen recuperar lo que antaño fue su dominio.
El
salado olor a mar penetra mis sentidos.
Las
gotas que el viento transporta, mojan mi cara.
Las
algas me envuelven como amantes sedientos.
Su
aroma se me impregna en la piel.
El
sonido hipnótico de la olas me transporta a un mundo donde solo la
paz habita.
Cuidad
con vistas al mar.
Pequeñas
barcas de curtidos pescadores se balancean en el puerto.
En
rulas venden sus frescas piezas.
Gaviotas
oteando desde el cielo sus presas.
No
podría vivir en una tierra donde, sin mar
mis
sentidos no se viesen alterados de tan dulce manera.
Mi
mar, te añoro ya, incluso sin abandonarte.







